jueves, 31 de mayo de 2018

Claustro de la Catedral de Badajoz






CLAUSTRO DE LA CATEDRAL DE BADAJOZ

El Claustro de la Catedral de Badajoz fue mandado hacer por el Obispo Fray Alonso Manrique en  el año 1509 y se terminó en 1520.
Según afirma Solano de Figueroa, famoso historiador del siglo XVII, “es de los más autorizados y capaces que tienen las Iglesias  de España”. Sustituyó a otro que había de dimensiones más pequeñas.
La entrada se encuentra en el crucero de la Nave  de san Blas de la Catedral. Sobre su puerta, se ofrece el anagrama de Jesús-Hombre–Salvador y  el de Cristo; a los lados, el escudo del Cabildo y el del Obispo Fray Alonso Manrique. El escudo de este mismo obispo está también, por dentro, sobre la puerta.
En sus amplias galerías, llenas de luz, que penetra por sus grandes ventanales, han resonado, y seguirán resonando, las plegarías de rogativas, los gritos de gloria, las alabanzas a los santos y las dulces notas musicales. En ellas  se han celebrado procesiones del Santísimo Sacramento, del Santo Cristo del Claustro, de la Virgen de Bótoa, de Ntra. Sra. De la Soledad y de los Santos especialmente venerados. En ellas se dieron conciertos, se ofrecieron exposiciones…
El Claustro es un cuadrado de 33,5 m. de cada lado, estilo gótico con reminiscencias del gótico portugués del mismo tiempo de ese estilo. Cada lado se divide en cinco taramos y los angulares. Su estructura ha sido descrita por el Sr. Lampérez con estas palabras: “Cada tramo se forma por dos pilares rectangulares con contrafuertes exteriores; entre ellos se tiende un gran arco que  cobija la tracería…  Las bóvedas  de los tramos angulares son de arcos diagonales, secundarios y ligaduras; las de los intermedios son muy interesantes, pues carecen de nervios diagonales y tienen solo los secundarios y las ligaduras. Diríase que por Badajoz pasó un maestro  aleccionado en la escuela alemana, pues el mismo sistema de embovedamiento  se ve en algunas capillas de la Catedral”.
Ciegos  los huecos correspondientes a los ángulos,  aparecen diáfanos los tres restantes de cada lado, en su zona baja, “llevan unas arquerías de arcos angrelados de medio punto, que producen arco apuntados, sobre columnas torsas y gruesas”. La forma de dichas columnas denota la intervención de arquitectos portugueses en nuestra Catedral. Los huecos están cubiertos por cristales vulgares, puestos a finales del pasado siglo, y unas pequeñas vidrieras en donde aparecen varios santos: san Dámaso, san Hermenegildo, san Isidoro, san Ildefonso, san Raimundo Fitero,  santo Domingo de Guzmán, san Vicente Ferrer y Santa Teresa de Jesús.
Los ZÓCALOS. Están adornados todos los muros del Claustro con vistosos  zócalos trianeros.
OTROS  ORNATOS EN LAS GALERÍAS DEL CLAUSTRO
Hay Altares, vía crucis, enterramientos,  cruz indulgenciada, mausoleo del general Menacho, lauda de D. Lorenzo Suarez de Figueroa considerada como “bellísima muestra del arte de renacimiento” y ha sido expuesta en varias ciudades de Europa y América.
Hay un PATIO que rodean las galerías del Claustro que tiene naranjos, limoneros, plantas variadas con sus flores, que es un delicioso remanso de paz y sosiego.
En el centro, una cisterna donde se recoge y conserva el agua de la lluvia.
Hay dos capillas y la Sala Capitular, lugar donde tienen sus reuniones  los señores Capitulares Canónigos en casos extraordinarios. 

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