CLAUSTRO DE LA CATEDRAL DE BADAJOZ
El Claustro de la Catedral de Badajoz fue
mandado hacer por el Obispo Fray Alonso Manrique en el año 1509 y se terminó en 1520.
Según afirma Solano de Figueroa, famoso
historiador del siglo XVII, “es de los más autorizados y capaces que tienen las
Iglesias de España”. Sustituyó a otro
que había de dimensiones más pequeñas.
La entrada se encuentra en el crucero de la
Nave de san Blas de la Catedral. Sobre
su puerta, se ofrece el anagrama de Jesús-Hombre–Salvador y el de Cristo; a los lados, el escudo del
Cabildo y el del Obispo Fray Alonso Manrique. El escudo de este mismo obispo
está también, por dentro, sobre la puerta.
En sus amplias galerías, llenas de luz, que
penetra por sus grandes ventanales, han resonado, y seguirán resonando, las
plegarías de rogativas, los gritos de gloria, las alabanzas a los santos y las
dulces notas musicales. En ellas se han
celebrado procesiones del Santísimo Sacramento, del Santo Cristo del Claustro,
de la Virgen de Bótoa, de Ntra. Sra. De la Soledad y de los Santos
especialmente venerados. En ellas se dieron conciertos, se ofrecieron
exposiciones…
El
Claustro es un cuadrado de 33,5 m. de cada lado, estilo gótico con
reminiscencias del gótico portugués del mismo tiempo de ese estilo. Cada lado
se divide en cinco taramos y los angulares. Su estructura ha sido descrita por
el Sr. Lampérez con estas palabras: “Cada tramo se forma por dos pilares
rectangulares con contrafuertes exteriores; entre ellos se tiende un gran arco
que cobija la tracería… Las bóvedas
de los tramos angulares son de arcos diagonales, secundarios y
ligaduras; las de los intermedios son muy interesantes, pues carecen de nervios
diagonales y tienen solo los secundarios y las ligaduras. Diríase que por
Badajoz pasó un maestro aleccionado en
la escuela alemana, pues el mismo sistema de embovedamiento se ve en algunas capillas de la Catedral”.
Ciegos
los huecos correspondientes a los ángulos, aparecen diáfanos los tres restantes de cada
lado, en su zona baja, “llevan unas arquerías de arcos angrelados de medio
punto, que producen arco apuntados, sobre columnas torsas y gruesas”. La forma
de dichas columnas denota la intervención de arquitectos portugueses en nuestra
Catedral. Los huecos están cubiertos por cristales vulgares, puestos a finales
del pasado siglo, y unas pequeñas vidrieras en donde aparecen varios santos:
san Dámaso, san Hermenegildo, san Isidoro, san Ildefonso, san Raimundo
Fitero, santo Domingo de Guzmán, san
Vicente Ferrer y Santa Teresa de Jesús.
Los ZÓCALOS. Están adornados todos los muros
del Claustro con vistosos zócalos
trianeros.
OTROS
ORNATOS EN LAS GALERÍAS DEL CLAUSTRO
Hay Altares, vía crucis, enterramientos, cruz indulgenciada, mausoleo del general
Menacho, lauda de D. Lorenzo Suarez de Figueroa considerada como “bellísima
muestra del arte de renacimiento” y ha sido expuesta en varias ciudades de
Europa y América.
Hay un PATIO que rodean las galerías del
Claustro que tiene naranjos, limoneros, plantas variadas con sus flores, que es
un delicioso remanso de paz y sosiego.
En el centro, una cisterna donde se recoge y
conserva el agua de la lluvia.
Hay
dos capillas y la Sala Capitular, lugar donde tienen sus reuniones los señores Capitulares Canónigos en casos
extraordinarios.
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