CHESTOKOBA
El día 7 de Junio
de 1983, el Templo Catedralicio de Badajoz se abrió con aires extranjeros. A
las 11 de la mañana, cuando las campanas del Reloj de la torre dejaron de sonar
en el interior del Templo, los canónigos salían con paso lento de la Sacristía, vestidos de
traje coral. Se situaron formando media luna junto a la Capilla del Sagrario, en
la nave de San Blas. Un cuadro de la
Virgen de Czestokowa, patrona de Polonia, se colgó en el muro
cuidadosamente
El Obispo de la
Diócesis, Monseñor D. Antonio Montero, revestido de capa pluvial, se colocaba
entre los canónigos, en el centro, y mirando al cuadro dirigió unas palabras:
“Esta imagen, dijo, simboliza la fe de un pueblo católico hasta la médula, como
es el polaco, que vive en continua persecución y dificultad y que carece de
plena libertad religiosa”.
El prelado hizo
unas oraciones y roció con agua bendita. Todos quedaron un momento en silencio
respetuoso.
León Sliwinski,
ciudadano polaco y residente en la
Costa del Sol, con ánimo inquieto había venido a Badajoz.
Pidió audiencia al Sr. Obispo, le entregó el cuadro de la Virgen de Czestokova y le
solicitó oraciones por su pueblo. El Prelado ruega al Cabildo que se coloque en
la Catedral. Y
ahí se quedó.
Es un cuadro de 1 metro de alto por 60 cms.
de ancho. Es una pintura de la
Virgen María, presentada de medio cuerpo. Su rostro
ennegrecido está rodeado de una espléndida aureola dorada.
Viste túnica y un
gran manto azul, que le cubre la cabeza y el cuerpo. Todo está salpicado de
estrellas doradas. Con ribeteado dorado y un forro color granate.
La mano derecha la
apoya delicadamente sobre el pecho y con la izquierda sostiene al Niño Jesús,
que luce aureola dorada y un manto color naranja cuajado de estrellitas doradas
que le cubre el cuerpo. El Niño coge un libro en su manecita izquierda.
La pintura muestra
una inscripción que dice: “REGINA POLONIAE”. Y en el ángulo inferior está
gravado: Carmelitas descalzas, Velez-Málaga.
Este es el cuadro
más moderno que existe en la
Catedral. Y ya tiene su historia. El verano de 1992, un grupo
de cuarenta polacos pasaron por Badajoz, de peregrinación a Fátima. Entraron en
la Catedral,
quisieron verla. Y fue para ellos sorprendente. Alguien me advirtió que había
gente llorando en el Templo. Acudí a ellos y al verme comenzaron a entonar
cánticos. Yo no entendía nada, era en idioma polaco, pero se les advertía bien
su gran emoción y sus lagrimas en los ojos. El intérprete me susurró al oído:
“No esperaban encontrar tan agradable sorpresa en Badajoz”.
Y no es de extrañar,
en muchos días del año, ver a alguien, postrado de rodillas delante de este
cuadro, musitando una oración. Son, de ordinario, personas de ese país que se
hallan entre nosotros.
NOTA. A la caida
del Muro de Berlin, en 1989, el cuadro ha sido retirado de este lugar y guadado
en una capilla.
Muy emotivo el relato. Me retrotrae a la liveracion de los paises del este en ños 80 y concretamente a Polonia con Lech walesa, Carol Voitila,....
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