TERCER
MANDAMIENTO:
SANTIFICAR LAS FIESTAS.
La Biblia dice que Dios creó el
mundo en seis días y el séptimo descansó (Gen. 1-2,1). El pueblo de Israel
tenía muy presente el trabajo de los seis días de la semana. Pero también
cumplía el séptimo día con el descanso, tal como lo dice la Biblia en el libro
del Éxodo: “El día séptimo será día de descanso completo, consagrado al Señor”
(Ex. 31,15). Con este precepto, Dios desea que el pueblo tenga muy claro que Él
es el Señor de todo lo creado, por lo que debe señalar un día para el culto
divino.